5 hábitos de personas adineradas que han creado su patrimonio con esfuerzo

Estos son algunos de los patrones en común que tienen las personas que han creado patrimonio a base de esfuerzo, según mi experiencia como planificador financiero

Hacerse rico y cambiar de escala social, sin venir de familia adinerada, es francamente complicado. Salvo que te toque la lotería o ganes el Euromillones con el que tanta gente sueña, es francamente difícil. Y aun así, pocas personas conservarían su dinero al cabo de unos años.

Crear patrimonio, tampoco tiene que ver con la profesión que desempeñas. Mucha gente piensa que un cirujano, un piloto de avión, un ejecutivo de alta dirección o un abogado de éxito, son personas que suponen ricas. Por el estilo de vida acomodado que llevan, los lujos que exhiben, los viajes que hacen y las casas o el barrio en el que viven. Pero gastar más porque ganas mucho, es el camino más rápido para empobrecerse.

Muchas de esas personas sufren de síndrome de estatus social comparado. A pocas personas de clase media (salvo a ciertos políticos), les importa la riqueza de Amancio Ortega. Pero lo que sí molesta un poco, es lo que hacen algunas personas que consideramos semejantes a nosotros. Así que para igualar o superar al vecino de al lado e impresionar a desconocidos, muchos terminan endeudados. A pesar de tener trabajos o profesiones con ingresos por encima de la media, con los que podrían vivir de forma muy desahogada.

Entonces, ¿Cuál es el secreto para crear patrimonio?

Tu mentalidad, tus expectativas en la vida y tus hábitos, es lo que marca la diferencia con el paso del tiempo. Y es que después de muchos años, me he dado cuenta de que mis clientes más adinerados, comparten al menos estos 5 hábitos de los que todos podemos aprender.

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1-Se preparan para lo peor y esperan lo mejor

Alcanzar cierto patrimonio es una cosa y mantenerlo, otra bien distinta. Mis clientes más adinerados, son en general bastante conservadores. Y sólo toman riesgos, una vez tienen una base segura, sobre la que cimentan el resto de su riqueza. Por eso hay ciertas cosas que no dejan al azar y siempre tienen bien atadas, por lo que pueda pasar.

Todos, disponen de un fondo de emergencia en efectivo o en activos muy líquidos. Alguno me ha contado que tiene unos lingotes de oro enterrados en una parcela, otros guardan dinero o joyas en una caja fuerte en casa o tienen una caja de seguridad en un banco. O un cuadro de cierto valor, presidiendo la cabecera de su despacho. El elemento común, es que todos tienen un plan con el que tienen el riñón cubierto por si ocurre lo peor.

Gastan bastante dinero en cuidados para la salud. No esperan a tener un problema para contratar un seguro de atención médica privada. Se hacen chequeos regularmente. Tienen una buena póliza de vida, que cubre fallecimiento, invalidez y enfermedad, para protegerse a sí mismo y a su familia de un infortunio.

Desde una edad temprana, suelen tener hecho testamento y se han asesorado sobre como proteger de la mejor forma posible su legado. Planificando su herencia, buscando eficiencia fiscal.

Con estos pilares fijados, están preparados para afrontar cualquier situación que pueda sobrevenir y amenazar sus objetivos financieros o personales.

2-Invierten su dinero regularmente

No se puede construir un patrimonio, sólo con el ahorro. Tienes que invertir. Los ricos lo saben. Y por eso emplean todo el dinero que pueden de sus ingresos, en comprar activos que se revaloricen frente a la inflación. Acciones, renta fija, inmuebles, inversiones alternativas, lo que sea.

No son expertos en mercados financieros ni nada por el estilo. Tal vez por intuición o porque lo han visto en sus casas o en sus familias, saben que invertir no es tratar de adivinar los movimientos del mercado. Saben que eso no tiene sentido para un inversor a largo plazo, a más de una década de horizonte temporal. Y que la clave, consiste en pasar el mayor tiempo posible expuesto al mercado. En lugar de dejar su dinero en manos del azar, buscando entrar en el punto más bajo y salir en lo más alto (como si eso fuera posible), invierten sistemáticamente su dinero todos los meses. Convirtiéndolo en un hábito. Como irse pronto a dormir, o hacer deporte todas las semanas.

Y de esta forma, evitan errores muy caros que destruyen patrimonio. No se pierden los mejores días de rentabilidad del mercado, porque saben que vienen muy cerca de los peores días y permanecen siempre invertidos, potenciando la capitalización compuesta de forma automática.

3-Diversifican sus fuentes de ingresos

Es prácticamente imposible que consigas crear cierto patrimonio, trabajando por cuenta ajena para una empresa o siendo funcionario, por muy alto que llegues en cualquiera de los casos.

He visto amasar un capital importante a familias con buenas profesiones o puestos de trabajo que han llevado una vida comedida y austera. Fundamentalmente porque a lo largo de su ciclo de vida financiero, no han cometido grandes errores. Y porque compraron una vivienda para vivir, bien ubicada, que luego con los años se revalorizó mucho. Pero no es lo habitual.

La clave radica en tener diversas fuentes de ingresos. Hay que tener cierto punto emprendedor. No hace falta hacer cosas grandes. Puede ser un plan B en paralelo a tu trabajo principal. Particularmente, no soy muy amigo de comprar pisos para alquilar, pero hay a quien este sistema les ha dado muy buenos resultados. No en vano, el ladrillo es la hucha del español medio. De hecho, se puede crear un pequeño negocio alrededor de un inmueble o apartamentos turísticos. Conozco varias experiencias de éxito.

Ingresos de otras fuentes pueden ser los intereses de unos títulos de renta fija o los dividendos de una cartera de acciones compradas a una edad temprana. Ingresos que se sumen a tu salario, que reinvertidos, potencian el efecto bolsa de nieve. ¿Te quedas con la idea?

4-No intentan impresionar a nadie con sus gastos

Solía decirme irónicamente un anciano cliente mío, que si cuando llegue a las puertas de la muerte tengo mucho dinero, es que había hecho mal cuentas. Está claro que hay que disfrutar de lo ahorrado y gastar. Sin lugar a dudas. Pero nadie hace patrimonio, si cuanto más altos son sus ingresos, mas elevado es su estilo de vida y su ritmo de gasto. Eso es imposible que funcione.

La base del capital, es el ahorro. Y sumado a eso, los rendimientos del ahorro a lo largo de muchos años de reinversión y de posponer consumo. Eso es lo único que vale. Por eso no es de extrañar, que para alguno de mis clientes más adinerados, su mayor satisfacción es saberse dueños del dinero suficiente para pagar algo al contado, y saber decir que no. Mientras que ve a otros como se endeudan para comprarlo, perdiendo su libertad.

Lo que he conocido de personas que han hecho dinero y patrimonio con esfuerzo o un negocio tras muchos años de trabajo, se parece mucho a lo que se cuenta en el libro El millonario de la puerta de al lado. No les verás gastar dinero en coches caros. Y jamás financiados. Como mucho compran uno y lo mantienen hasta que se cae a cachos o adquieren un utilitario japonés o coreano con buena relación calidad-precio. Pero no pagan por la marca. Algunos se mueve mucho con ocasión o segunda mano.

Y lo mismo con la vivienda habitual. Tienen una buena casa, donde establecen su hogar. Pero no gastan dinero simplemente por estar en una zona u otra más de moda o con más estatus. Tampoco les verás pagando por formar parte de un club social o yendo al golf. Ni yendo a esquiar a Baqueira.

En lo que sí que suelen invertir es en la educación de sus hijos si los tienen. Y viajes, comidas, experiencias y tiempo con familiares y amigos. Pero cero postureo con las vacaciones o restaurantes con estrellas Michelin.

5-Establecer objetivos financieros claros

La mayoría de las personas no planifican, ni establecen unas metas vitales razonables. Pero creo que es fundamental. Porque cuando uno sabe lo que quiere, tiene claro el camino que debe seguir. Cuando lo sabes, puedes ordenar y poner a trabajar tu dinero para conseguir tus objetivos.

Sin embargo, la mayoría vamos muchas veces sin rumbo. Porque no nos hemos parado a pensar. O porque seguimos la guía del camino que lleva el vecino de al lado al que envidiamos. Es esencial saber calibrar las expectativas de lo que podemos conseguir, y ser realistas con la situación personal que nos ha tocado en la vida. Porque veo a muchas personas insatisfechas y frustradas, que no valoran lo que tienen porque no hay sabido medir bien sus deseos. Y luego intentan cerrar la herida de sus sueños no cumplidos, gastando dinero en objetos materiales o lujos que esperan llenar el vacío que deja la infelicidad.

Las personas que han construido un patrimonio con trabajo y esfuerzo, tienen en común, que se dedicaban a cosas que les apasionaba o por las que tenían verdadera pasión. Y tenían muy claro, lo que querían conseguir. Sabían donde estaba su norte. Luego siempre hay dificultades. Tu haces tus cuentas, pero luego resulta que la vida tiene otros planes para ti. Aun así, tienes que tratar de llevar la riendas y planificar.

Conclusión

Recuerda que el mayor patrimonio que puedes amasar, es el tiempo libre de calidad para disfrutar con tu familia y amigos. El dinero te dará los medios. Solucionará algunos problemas. Pero sobre todo, seguridad, tranquilidad y libertad para decir NO a un trabajo que no te gusta o para empezar tu vida de nuevo. Se humilde, huye de la envidia, ayuda a todo el que puedas y seguro encontrarás la felicidad en tu vida.