El fenómeno de los influencers financieros
¿Qué ocurre cuando los memes y los videos virales empiezan a convertirse en la principal fuente de consejos de inversión para los nuevos inversores?
En los últimos cinco años, desde la pandemia, el número de finfluencers o creadores de contenido que ofrece consejos sobre finanzas personales e inversiones en redes sociales, se ha disparado.
Muchos usuarios publican en redes sociales sus experiencias como inversores, haciendo recomendaciones, ofreciendo servicios de consultoría u ofreciendo sus formaciones. Pero también los hay que hablan sobre inversiones en criptomonedas hasta fondos, compartiendo las fintech con las que operan.
“Mi cartera de inversión creció un 21% el mes pasado. Cada mañana comparto en mi canal de Telegram mis operaciones, si quieres copiarlas únete e inscríbete a mi masterclass ”
Seguro que tienes en mente alguno de estos nuevos gurús.
Generalmente, detrás de todas esas informaciones financieras aparentemente inocuas y altruistas, hay intereses ocultos. En forma de comisiones de marketing o publicidad no revelada. E incluso en ocasiones, estafas.
Un elevado número de los creadores de contenido que hacen estas publicaciones, carecen de formación financiera. Incumpliendo la gran mayoría, las directrices mínimas que exigen los reguladores en la normativa.
El problema de los finfluencers
Mensajes breves, impactantes, en formato de videos cortos. Píldoras de “conocimiento financiero” de fácil digestión, sin rascar mucho en fondo del asunto. Esto es lo que la Asociación española de planificadores y asesores financieros (EFPA), ha bautizado como potenciales armas de destrucción masiva de patrimonios financieros.
Tal es la magnitud que está alcanzando el fenómeno de los influencers financieros con contenidos virales en redes sociales, que los reguladores han empezado a vigilar de cerca a estos nuevos divulgadores y educadores financieros. De hecho, las multas han llegado y las cuantías son elevadas.
El gran problema de los influencers financieros, es que estos nuevos expertos, se han convertido en el principal referente para los jóvenes de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012). Y los gurús digitales, se cuentan por miles. Por lo que es difícil controlar, toda la información que circula.
La propagación de ciertas recetas financieras puede ser muy rápida y puede provocar importantes estragos en jóvenes y no tan jóvenes ahorradores e inversores inexpertos. Las consecuencias de seguir ciertas fórmulas no contrastadas, sin comprender adecuadamente los riesgos y sin transparencia sobre los incentivos de estos divulgadores digitales, puede hacer mucho daño al patrimonio de los ahorradores que siguen estos canales de información.
Algunas fintech, han sabido leer rápido esta tendencia y se han sumado a ella. Incentivando a los finfluencers con campañas de marketing, para hacer crecer de forma rápida su base de clientes. El problema no es la publicidad en sí, el peligro en mi opinión, surge cuando no se revelan las motivaciones de fondo para recomendar un producto o servicio. Así como saber distinguir el contenido legítimo, del que tiene intereses ocultos.
Ventajas de los influencers financieros
Una de las lecturas positivas que yo hago de la explosión de nuevos finfluencers, es que en cierta forma, está sirviendo para mejorar la cultura financiera del público que lo consume. Extendiendo conceptos financieros de forma sana.
Las redes sociales han hecho que el aprendizaje sobre temas financieros sea más atractivo y accesible para los nuevos inversores
Me refiero a cuestiones como el valor del dinero a lo largo del tiempo, la capitalización compuesta o pautas para pasar de ahorrador a inversor y sacar mayor rendimiento al dinero. Cosas básicas, que lamentablemente, la población general desconoce.
De hecho, creo que cada vez hay más información financiera de calidad y más accesible. Lo que te permite contrastar los datos para tomar mejores decisiones. Pero claro, hay que saber seleccionar las fuentes de información. Ese es el reto. Que no es fácil.
Nuevos formatos de divulgación y educación financiera
Hay un nuevo formato que ha despegado con fuerza y que a mi personalmente, me gusta mucho. Me refiero a los canales o podcast financieros, que publican entrevistas de personas relevantes en el sector. Me parecen enormemente ilustrativas. Creo que aportan mucho valor. Las hay muy curradas.
Por número de suscriptores y gusto personal, me vienen ahora a la cabeza:
Hay muchos. Los que ganan pasta de verdad con esto, viven todos en Andorra 😅. Pero la evolución general de lo que encuentro, me gusta mucho. Las marcas y las personas que quieren tener visibilidad en el sector financiero, también se han dado cuenta, de que deben abrirse en estos nuevos espacios. Porque les ayuda mucho a darse a conocer y posicionarse en el mercado.
La pena es, que creo que este tipo de canales, están desplazando al formato blog como este. Me parece que sólo me leen millennials, gen X y algún boomer despistado.
Cómo solucionar el problema de los finfluencers
Como todas las cosas en la vida, siembre hay un lado bueno y un lado malo. Bien empleadas, las redes sociales y los nuevos canales de creación de contenido en formato de video, tienen un potencial enorme. De hecho, creo que el futuro del asesoramiento financiero para las nuevas generaciones, pasa o debe pasar por contenido audiovisual en los canales digitales.
El desafío es, cómo regular ciertos contenidos, que potencialmente pueden ser peligrosos para los intereses del público. Si la normativa busca dar protección al inversor minorista en los canales tradicionales, ¿por qué debería ser distinto en redes sociales?
Personalmente estoy a favor de que se incluyan las advertencias necesarias, como primera medida preventiva. Pero los creadores de contenido, deben tomar conciencia y asumir su responsabilidad. Ya que sus mensajes pueden llegar a muchas personas y pueden tener efectos no deseados.
En general, como usuario y consumidor de contenido, lo que debe primar es el sentido común. Si hay promesas de grandes rendimientos y todo parece muy fácil, desconfía y contrasta.
¿Qué opinas del tema? ¿Tienes algún referente financiero para ayudarte a tomar decisiones de inversión? Te leo en los comentarios.






