Cómo afrontar las pérdidas cuando invertimos
¿Qué hago con mis inversiones cuando caen los mercados?
Pensar en lo que podemos ganar con nuestras inversiones está genial. Pero se habla poco de qué hacer con nuestras inversiones cuando caen los mercados y creo que es un aspecto fundamental que hay tener claro desde el primer momento, tanto si estás invirtiendo ya tu dinero, como si te planteas hacerlo.
Una de las principales razones por las que algunas personas renuncian a ganar dinero invirtiendo sus ahorros, es el miedo a los vaivenes del mercado que provoca la volatilidad y la posibilidad de sufrir grandes pérdidas en una gran crisis financiera.
Lo primero que hay que entender, es que, si la inversión en un fondo de inversión o en una acción en bolsa puede ofrecer una rentabilidad más allá de lo que paga una Letra del Tesoro, es precisamente porque hay cambios en la valoración de los activos. Si un activo se mueve poco (bajo riesgo), la ganancia esperada es baja. Si un activo se mueve más, la ganancia potencial es mayor. Porque es posible que ocurra que en algún momento el precio de cotización, se aleje (a la baja) demasiado de su valor razonable, ofreciendo una oportunidad de inversión con una rentabilidad esperada atractiva.
En resumidas cuentas, para poder ganar dinero invirtiendo, es necesario que exista volatilidad (riesgo). Y por lo tanto, hay que estar preparados para las bajadas en un momento dado. Ya que es algo que con seguridad ocurrirá en algún periodo y forma parte inevitable del proceso de inversión en cualquier tipo de activo. Luego eso no debe asustarte. El mercado a la larga, pagará la prima adecuada, por el riesgo asumido de cada inversor.
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Minimizar las pérdidas permanentes
El principal riesgo que hay que combatir, es la posibilidad de sufrir pérdidas permanentes de capital. Esto puede ocurrir fundamentalmente, cuando uno invierte en un único activo o acción o unas pocas acciones de bolsa.
La solución a este problema, es la diversificación total. Que en palabras del premio Nobel fallecido recientemente, Harry Markovitz, es el “único almuerzo gratis” en la inversión. Donde a partir de 25-30 posiciones, permite reducir el riesgo individual de cada activo, sin perjudicar la rentabilidad total esperada para una cartera de inversión.
Los ciclos económicos son inevitables
Las bajadas en los mercados generales e índices como consecuencia de crisis económicas, acontecimientos inesperados o eventos geopolíticos de gran calado, por poner algún ejemplo, ocurren de cuando en cuando. Y tienen un gran impacto en los mercados.
Estas abruptas caídas que asustan a los inversores, con descensos de más del 30%, ocurren 1 de cada 11 años de media. Son perfectamente normales y forman parte de los ciclos económicos. En la mayoría de los casos, no se pueden predecir y por tanto no se pueden evitar.
Como decía Peter Lynch, se ha perdido más dinero tratando de predecir la próxima crisis en bolsa, que permaneciendo invertido y soportando las caídas.
Los descensos de más del 40%-50% en los índices bursátiles generales, sólo los verás 3 o 4 veces en tu vida.
La buena noticia, es que este tipo de situaciones cíclicas, drenan los excesos de las etapas anteriores y revelan un montón de oportunidades para el inversor paciente, de las que se podrá beneficiar en el ciclo posterior.
Errores graves a evitar
Muchos inversores tienen problemas para soportar pérdidas de entre el 20-30%. No digamos las dudas e inquietud que genera ver caídas de mayor dimensión. Para contrarrestar eso tienes que delimitar bien tu perfil inversor.
Está estudiado que el dolor y satisfacción de perder 100€ o ganar 100€, es asimétrico. Se estima que la emoción negativa de una pérdida, es 2,5 veces más intensa que la de la satisfacción de obtener una ganancia de la misma magnitud.
Esto es el sesgo de la aversión a las pérdidas. Que lleva a muchas personas a tomar decisiones poco racionales, bajo la presión del estrés de las pérdidas. Y que empuja a muchas personas en este tipo de situaciones, a pensar de la siguiente manera:
“En 6 meses he perdido un 20% de mi dinero. Si esto sigue así, en dos años podría a haber perdido todo mi dinero. Así que es mejor vender ahora y esperar para entrar más adelante”
Este tipo de afirmaciones o similares, las he escuchado por desgracia, infinidad de veces. Y causan mucho daño al resultado de las carteras de los inversores que actúan así. Ya que materializan una pérdida irrecuperable. Volviendo a entrar más tarde cuando las cosas ya se han clarificado y la mayor parte de la recuperación, ya se ha producido. O directamente, desconectándose de los mercados para siempre y no volver a invertir nunca tras la mala experiencia.
Se sabe que el inversor medio, tiende a invertir en mercados alcistas (cuando las cosas van bien, porque no quiere perdérselo) y vende en las bajadas (por miedo). Dañando gravemente su rentabilidad. Esto es un hecho perfectamente constatado por los flujos de dinero que entran en los fondos de inversión (reportados por las gestoras de fondos), en el que queda plasmado este tipo de comportamiento.
Grábate a fuego en tu cabeza esta máxima. Las mayores subidas de los mercados, se producen inmediatamente después de las mayores caídas. Dado que son movimientos muy rápidos de los mercados, operativamente no suele ser posible salir y volver a entrar para librarnos de la parte mala y quedarnos solo con lo bueno. Salvo que necesitemos el dinero justo en ese momento, compensa siempre aguantar y esperar.
La oportunidad de lo negativo
Generalmente no se puede saber donde estará el final de las caídas. Pero mientras se desarrollan, suelen presentarse buenas oportunidades de inversión. Dado que la negatividad y el pesimismo se extiende a buenos y malos activos por igual, la rentabilidad esperada de los activos de calidad, aumenta notablemente de cara al futuro en los momentos de pánico y crisis.
Piensa que el 70% del tiempo, los mercados suben, superando y marcando nuevos máximos. Las probabilidades de ganar dinero a largo plazo están a nuestro favor. Además, los periodos bajistas suelen durar entre uno y dos años.
Si cuentas con liquidez, puede ser buena idea, incrementar tu posición comprando más. Ya que estás invirtiendo con un amplio margen de seguridad. Cuando digo esto, siempre me refiero a carteras de inversión globales y diversificadas. Nunca a acciones o activos concretos, que pueden tener sus riesgos específicos. Aunque también podría ser aplicable.
Necesitas ser paciente
No hay camino fácil hacia el éxito con las inversiones. Y si lo hubiese, todos haríamos lo mismo con nuestro dinero y esa ventaja desaparecería.
Por suerte y por desgracia, para invertir con un método que funciona largo plazo, a veces hay que esperar dos, tres o hasta cinco años, para recoger los frutos y demostrar su validez. Y en ese tiempo, aunque muchos mostrasen su firme compromiso al inicio al ser advertidos, la gran mayoría no seguirá fieles al plan trazado y abandonarán.
Las buenas metodologías de inversión, aunque sean superiores en rentabilidad a largo plazo frente a cualquier alternativa, no funcionan todo el tiempo. Y siempre va a haber inversiones o activos de moda, con rentabilidades muy por encima de la media, que te van a hacer dudar, sobre si estás haciendo lo correcto. Así que, si tu plan inicial no funciona bien después de los primeros dos años, es fácil que te sientas atraído por lo que sí ha ido bien en ese periodo y te plantees cambiar.
Hay estrategias y metodologías consideradas superiores, como la inversión en valor o la inversión por factores, que pueden necesitar mucho tiempo para demostrar su validez. Si la estrategia es lógica y sólida, cuanto mayor sea el horizonte temporal que mantengas, mayores son tus probabilidades de éxito. Siendo lo ideal horizontes temporales de cinco, diez o hasta 20 años. Los mercados a corto plazo son impredecibles. Pero a largo plazo, el mercado se vuelve racional y seguro. Donde las probabilidades de perder dinero prácticamente desaparecen.
Sé de sobra que no es fácil aguantar el bombardeo de estímulos y noticias durante incluso periodos de 2 o 3 años seguidos. Pero si eres capaz de mantenerte impasible un mínimo de cinco años, eso va a ofrecer una gran ventaja sobre la gran mayoría de inversores. Y resultados de inversiones alternativas. Poner el foco en un horizonte temporal adecuado, es la única receta que conozco para combatir la incertidumbre y la frustración que generan unos resultados insatisfactorios a corto plazo en tus inversiones. Disciplina, paciencia y un poquito de fe. No hay más.
En los mercados financieros no hay atajos, salvo para perder dinero
Resulta un poco ingenuo pensar que hay una fórmula para ganar dinero fácil y rápido en bolsa. Hacer tus primeras operaciones es sencillo. Cosa bien distinta es hacerlo bien recurrentemente.
Si no quieres tropezar con estafas y caer en engaños, calibra bien tus expectativas de rentabilidad. Porque si no lo haces, y esperas demasiado, terminarás perdiendo gran parte de tu dinero. En los mercados, si se invierte de forma sensata, nunca se pierde dinero por mala suerte. Sino porque se la elegido mal la inversión o se ha tenido un comportamiento como inversor inadecuado.
Un mal comportamiento que te puede conducir a perder dinero con las inversiones, es por ejemplo estar consultando a diario las cotizaciones y los valores liquidativos de tu cartera de inversión. Porque suele conducir a tomar decisiones guiadas por los impulsos cuando las cosas van mal. Y a tomar decisiones activas en exceso. Si miramos menos la evolución de los resultados, estaremos menos expuestos a ver las posibles pérdidas cuando se dan y tolerar mejor la volatilidad. Cuanto mas consultamos cuando vamos perdiendo, dado que causa un dolor mayor como veíamos antes, es más fácil que terminemos incumpliendo la hoja de ruta que nos habíamos fijado y vendamos o cambiaremos de inversión.
Otro clásico atajo para cometer errores, es dejarse guiar por recomendaciones de terceros. Invertir de oídas, en base a lo que te ha dicho un amigo o conocido o lo que se está comentando en un foro en internet. O pesar que hay personas que tienen información privilegiada con la que pueden obtener una rentabilidad extra. Todo esto es garantía de problemas, más pronto que tarde.
Más allá de las obviedades como que no debes invertir en riesgo un dinero que necesites a corto plazo o que no debes invertir tus ahorros buscando diversión, ejemplos ambos que pueden tener resultados catastróficos, las pérdidas temporales son inevitables. El rendimiento que proporciona tu inversión, no se puede controlar. Lo que sí que está bajo tu control, es la asignación estratégica de las inversiones que componen tu cartera, los costes y tu comportamiento como respuesta a los estímulos externos. Céntrate en lo que sí puedes manejar y olvídate de todo lo demás. Tú eres el único responsable del resultado de tus inversiones.
Afrontar las pérdidas de una inversión, incluso a lo largo de varios años, genera un estrés y sufrimiento que no es apto para todo el mundo. Así que lo de invertir los ahorros, puede que no sea para ti. Y no pasa nada porque sea así. La buena noticia, es que ese sesgo, se puede mitigar con conocimientos y experiencia. Tener al lado un asesor financiero profesional bregado en muchas crisis, puede ayudar a hacer más llevadera la travesía. Apóyate en un gestor patrimonial independiente si lo necesitas, para que haga contrapeso imparcial de tus emociones, cuando las cosas se pongan feas.
Excelente artículo Jon. Esto lo tenían que enseñar en la escuela.